República Dominicana cuenta desde 2010 con una Estrategia Nacional de Propiedad Intelectual, cuyo objetivo general es incentivar y promover la utilización de la propiedad intelectual en todas las actividades productivas locales por parte de los usuarios y sectores de interés, de modo que mediante su uso y protección se fomente la creatividad e innovación y su explotación contribuya al desarrollo económico, social y cultural del país.

La Estrategia fue concebida como una herramienta que sentaría las bases a corto, mediano y largo plazo para el desarrollo de políticas en propiedad intelectual, a través del cumplimiento de las recomendaciones propuestas, fortalecer el sistema, corregir las debilidades y amenazas identificadas, potencializar las fortalezas y oportunidades existentes, afrontar los desafíos y que contribuya al avance de la investigación, la ciencia, la tecnología y la innovación.

Cuenta con seis ejes estratégicos: creación y generación intelectual, protección de la propiedad intelectual, utilización, explotación y gestión de la propiedad intelectual; promoción de la propiedad intelectual, observancia de los derechos de propiedad intelectual y conformación de un organismo interinstitucional en materia de política de propiedad intelectual.

“La propiedad intelectual es un instrumento importante, ya que, en sentido amplio, reconoce un derecho particular a los autores, creadores, inventores u otros titulares de derecho sobre las obras derivadas del intelecto humano, lo cual puede contribuir para incentivar e incrementar el conocimiento, la creación y la innovación”.

Así define el concepto de propiedad intelectual la Oficina Nacional de la Propiedad Industrial (Onapi) una de las instituciones que participó en la formulación de la Estrategia Nacional de Propiedad Intelectual.

Aunque, la Onapi aclara que la propiedad intelectual no es un fin en sí mismo pero su correcta utilización, por parte de los gobiernos, centros de investigación y desarrollo, universidades, empresarios, investigadores, creadores, ingenieros y otros usuarios, puede generar efectos que favorezcan a la sociedad y ayudar al logro de los objetivos económicos, de competitividad, innovación y desarrollo trazados por los Estados.

La propiedad intelectual comprende la protección de bienes y servicios producto de la creación del intelecto humano, y se otorga a través de los derechos de autor, obras literarias y artísticas y la propiedad industrial que incluye las patentes, las marcas y demás signos distintivos. Los Derechos de Obtentor son otra forma de propiedad intelectual y protegen las variedades vegetales.

Aunque todavía como nación nos queda un buen tramo por recorrer en materia de propiedad intelectual, sobre todo en lo concerniente al ataque a la piratería, se han realizado avances importantes y el contar con una estrategia es muestra de ello.

De hecho, según el Índice Mundial de Innovación publicado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), República Dominicana se ubica dentro de los 10 países de América Latina más innovadores y en el puesto 79 a nivel global.   

Los seis ejes de la Estrategia están orientados a promover la innovación e incentivar de manera gradual la cultura del uso, protección y explotación de la propiedad intelectual en todos los sectores productivos nacionales.

La propiedad intelectual es un componente vital para el desarrollo de los países, tanto económico como social, pues la invención de tecnología, productos de diversos tipos y obras artísticas pueden ser exportadas, contribuyendo a la generación de divisas y empleos. Algunos países asiáticos son un ejemplo de esto.

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