Inicialmente, los espacios de co-working, o espacios de trabajo cooperativo, surgieron con la intención de minimizar costos y motivar a emprendedores a salir de sus hogares. Sin embargo, mientras más se esparcía esta idea, más evidente se hacía el hecho de que lo esencial no era la infraestructura que proveían, ni la comodidad de sus interiores, sino algo revolucionario: crear un lugar donde las conexiones entre sus usuarios generaran chispas de creatividad a través de la cooperación y el aporte intelectual de la comunidad de emprendedores, que a su vez impulsaran la innovación. 

Con el tiempo, los espacios de co-working se conviertieron en fábricas de nuevas ideas incapaces de surgir de otra manera o en otro lugar. 

A nivel goblal, estos espacios han potenciado significantemente el arranque de nuevas empresas que quizás, de no haber sido por estos, no hubieran prosperado de la forma en que lo han hecho. Nos atrevemos a decir que, sin la ayuda de los espacios de coworking, vivieramos en un mundo sin Uber o sin Instagram. Estas empresas son el vivo ejemplo de la efectividad del trabajo cooperativo. Uber empezó a operar en «The Yard», un reconocido espacio de coworking de New York, y no fue hasta que empezaron a laborar desde este espacio que todo empezó a hacerse realidad. Tras integrase al mundo del coworking, sus operaciones tuvieron el efecto de bola de nieve: crececieron exponencialmente debido a la lluvia de ideas que ofrecía el trabajo en equipo.

Por su parte, Instagram también se benefició grandemente de los espacios de coworking. En sus inicios, obtuvieron una respetable base de usuarios, pero nada que los llevara  al siguiente nivel. Todo cambió cuando en una sala de conferencias del coworking «Dogpatch Labs» en San Francisco, surgieron las ideas que hoy hacen que Instagram sea la exitosa aplicación que conocemos.  Además de estas famosas empresas, los espacios coworking alrededor del mundo han sido responsables del auge y exito de más y más startups. EcoSquid, Gojee, Toutapp, son aplicaciones de origen estadounidense que también agradecen al coworking. En la India, donde se estima tener al rededor de 11,500 startups tecnológicos para el 2020, también se puede apreciar lo mucho que los startups precisan de los espacios decoworking. Algunos ejemplos actuales son empresas como Boring Brands, Food Talk, Grown Out y Cadsol Services

Han habido numerosas historias de éxito en espacios de coworking. Estas no son más que algunos ejemplos, pero a la vez demuestran el valor de la comunidad que se puede crear en estos espacios. Sin duda, ofrecen ventajas que una oficina convencional no puede brindar a la hora de empezar un proyecto que busca nutrirse de un espacio innovador. Incluso en la etapa de exploración, cualquier negocio necesitará una base que permita que un equipo de trabajo pueda colaborar. Los espacios de coworking son la mejor opción, en parte por el soporte comunitario y la radiante atmósfera cooperativa que es inherente de estos lugares. Mejor que aprender de nuestros errores, podemos aprender de errores ajenos, y esto solo es posible en un ecosistema donde habitan personas que piensan igual. Esta es la maravilla de estos valiosos espacios.

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