El enfoque es considerado como la piedra angular del emprendedor; la herramienta que le permite balancear todas las áreas de su vida, incluyendo la de su emprendimiento.

Emprender no es una tarea sencilla. En América Latina se estima que solo 3 de cada 10 emprendimientos logran superar los 5 años de vida. Estos números son desalentadores, pero si los emprendedores reconocen la importancia de la pasión que deben sentir por lo que hacen, así como también la organización, dedicación, trabajo y constancia, podrían sorprenderse con los resultados que son capaces de lograr.

“Cuando un emprendedor pierde el enfoque en las tareas que debe realizar, puede correr el riesgo de no saber cómo manejar su tiempo, y en consecuencia, el tiempo lo maneje a él”.

Características del enfoque:

  1. Requiere estar presente, y reconocer y entender lo que se está haciendo.
  2. Conciencia sobre las tareas y actividades que necesitan realizarse.
  3. Evitar las ideas dispersas, pensamientos que lleven a la distracción y que, por lo tanto, impidan la realización de las tareas.

¿Qué pasa cuando el emprendedor pierde el enfoque?

  1. Comete errores.
  2. Olvida tareas que son importantes.
  3. Se le dificulta concentrarse en las tareas que debe realizar.
  4. Realiza las tareas de manera mediocre.

¿Cuáles son las principales fuentes de distracción que tienen los emprendedores?

Las fuentes son ilimitadas, pero entre las principales se encuentran: la pareja, la familia, los amigos, los clientes, las redes sociales, los proveedores, el equipo de trabajo, los propios pensamientos distractores del emprendedor, como cuando por ejemplo se pierde pensando en otras cosas o personas, analizando temas que no están relacionados con las tareas que debe realizar.

Brian Tracy decía que “la clave para el éxito consiste en enfocarse conscientemente en las cosas que se desean, en lugar de enfocarse en las cosas que no se desean”.

Teniendo presente la importancia de estar enfocados para lograr los objetivos que debe alcanzar tu proyecto, compartimos a continuación 4 estrategias para lograrlo:

  1. Tiempo para ti: necesitas un espacio donde puedas pensar, imaginar, crear, generar ideas, identificar lo que quieres lograr y las tareas y acciones que necesitas para conseguirlo.
  2. Elabora un plan de trabajo: para mantenerte enfocado en las tareas que debes realizar, elabora una planificación diaria, semanal y quincenal. Independientemente de cómo la elabores, el día anterior al trabajo debes revisar lo que toca hacer el día siguiente.
  3. Aprenda a manejar los distractores tecnológicos: como emprendedores, el uso de las redes y el correo electrónico son parte vital del trabajo, pero a veces, estar pendientes de las notificaciones de tu celular mientras realizas una tarea podría afectar tu capacidad de concentración. Lo más recomendable es apagar las notificaciones durante ese momento en específico.

Reconoce tu trabajo: una herramienta poco valorada, pero muy necesaria en la vida del emprendedor, es reconocer no solo tus éxitos y los resultados concretos obtenidos, sino reconocer la constancia y el esfuerzo por cada día dar lo mejor de ti.

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