Una gran cantidad de emprendedores andan desesperados buscando capital. Creen erróneamente que si no lo hacen, sus emprendimientos no tendrán futuro. Jason Fried, en su libro ‘Rework’, explica por qué levantar capital no siempre es la mejor idea, y ofrece 6 razones por las que solo deberías hacerlo en casos extremos:

  • Dejas de tener control sobre tu startup: Desde que aceptas dinero de otra persona, pierdes parte del control de tu emprendimiento, ya que debes responder a los intereses de tus inversionistas. Esto, de vez en cuando, no te traerá problemas. Pero desde que tus inversionistas no empiecen a estar de acuerdo con lo que estás haciendo, corres el riesgo de tener que luchar contra fuerzas que te traerán muchos dolores de cabeza. Acuérdate de Steve Jobs, que fue despedido de la misma empresa que había creado, por desacuerdos con sus inversionistas. Además, una de las razones por las que querías ser emprendedor era para no tener que darle explicaciones a nadie, ¿no?
  • La necesidad de tus inversionistas de sacar su dinero afecta la calidad de tu startup: desde que recibes dinero de un inversionista, su principal interés será sacar su dinero con creces. Tu visión, que es la de construir una gran empresa, no será compartida por él, cuya misión es generar un amplio retorno. Por ende, la sostenibilidad de tu empresa a largo plazo será afectada por estos inversionistas, que estarán en todo momento interesados en capitalizar su inversión.
  • Gastar el dinero de otros es adictivo: cuando el dinero no es tuyo, se hace muy fácil gastarlo. Y desde que lo gastas, sales a buscar más, y sigues cediendo porcentajes de tu empresa, hasta que finalmente, no estarás trabajando para ti, sino para tus inversionistas.
  • Si es tu primer emprendimiento, por lo general no te convendrá: Cuando nadie te conoce, los inversionistas serán muy cautelosos con cualquier inversión que hagan en ti, y te pedirán un amplio porcentaje de participación para poder invertir su dinero en un ente tan impredecible, factor que no te convendrá en lo absoluto.
  • Inversionistas vs. clientes: Cuando tienes demasiados intereses de por medio, y le tienes que responder a una cantidad significativa de inversionistas, construirás no lo que necesitan tus clientes, sino lo que quieren tus inversionistas.
  • Levantar capital es una enorme distracción: un gran porcentaje de emprendedores están más enfocados en la mecánica que existe para levantar fondos (pitches, contratos, asuntos legales, etc), que en levantar su empresa. Esta es una enorme distracción que te alejará de tu principal misión: construir una empresa exitosa.

En fin, antes de que te encuentres practicando pitches frente al espejo, pregúntate: ¿de verdad necesito capital, o puedo arrancar esto con mis propios recursos? Y si no lo necesitas, enfócate de lleno en tu empresa y proponte hacerla crecer a base de creatividad, voluntad y pasión. Así, cuando estés en la cima, no tendrás que rendirle cuentas a nadie.

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