Las organizaciones que promueven el bienestar del capital humano son aquellas que logran mejores resultados económicos.

Y es que, por un lado, está claro que el objetivo principal de las empresas no será tener empleados felices, sino tener mayor productividad de sus colaboradores. Mientras que por otro lado, teniendo a sus colaboradores felices su rentabilidad puede incrementarse y reducirse las ausencias laborales.

Las empresas deben contar con un departamento exclusivo para impulsar la felicidad organizacional. Es común que desarrollen acciones que generen alegría e integración de los empleados, pero aún no han asumido que para transformar las empresas la gente tiene que evolucionar.

Algunos expertos señalan que la felicidad se consigue generando un contexto de confianza, de comunicación y de compromiso con el personal humano, y no como se ha llegado a considerar, que es solo responsabilidad política del departamento de recursos humanos.

En una ocasión, Isabel Estévez, directora de Acerh, mencionó como uno de los retos para que los colaboradores sean productivos era la necesidad de satisfacer las demandas de los empleados e involucrar a todos los departamentos de la empresa y el líder en particular.

Respecto a cómo influye esta cultura de felicidad organizacional, la ejecutiva dijo que existen modelos probados de empresas que trabajan la felicidad organizacional y tienen mayor rentabilidad. Un ejemplo de esto es Colombia, que como estrategia ha incluido en todos los ministerios y entidades privadas este concepto.

El nivel de plenitud en el trabajo es arrastrado hasta el hogar. Es por ello que este tema es importante, ya que no solo se beneficiará la empresa, sino la sociedad.

Pilares de la felicidad organizacional

Según los lineamientos del Congreso Latinoamericano de Felicidad Organizacional y Bienestar Corporativo (ClafoRD), las empresas que quieren ser parte de la estrategia de felicidad organizacional deben basarse en seis pilares.

  1. Bienestar corporativo: este nuevo paradigma se basa en la capacidad de la organización para ofrecer a sus colaboradores las condiciones que les permitan potenciar sus talentos y desarrollarse en un ambiente que lo protege y lo estimula.
  2. Medición de felicidad en el trabajo: qu se mide y cómo se mide parecen ser los desafíos permanentes en las investigaciones de la felicidad. ¿Se miden percepciones o realidades? ¿Resultados o procesos? ¿Comportamientos o expectativas? ¿Cómo superar las debilidades de un concepto tan controvertido como el de felicidad? ¿Cuáles son los atributos de la felicidad?
  3. Transformación humana: la felicidad es una vida placentera. Para otros, la visión de felicidad de transformación humana concentra en el logro del equilibrio entre la vida personal, familiar y laboral. Y para muchos, la felicidad es alcanzar una vida realmente significativa, o al menos, entrar en el camino de la búsqueda de una vida con sentido.
  4. Educación y felicidad: la relación educación–felicidad puede visualizarse desde diversas perspectivas: la educación como facilitador de la asimilación y la integración social, instrumento transformador o como el camino cuyo fin último es la felicidad. En los países desarrollados que superaron los niveles mínimos de bienestar económico, la educación produce mayor felicidad y satisfacción que el dinero.
  5. Felicidad y políticas públicas: si la eficacia de la gestión gubernamental se mide en términos del bienestar de su gente, la felicidad debería considerarse una política de Estado. A través de este pilar se aborda el análisis y las experiencias derivadas de la implementación de políticas generadoras del bienestar en contextos sociales determinados.

      6. Salud y felicidad: desde lo organizacional se aspira a la mejora en la productividad laboral de los trabajadores y a la reducción de costes relacionados con el ausentismo. Y desde una perspectiva macro,            se apunta a que la empresa cumpla con la responsabilidad social de transformarse en agente promotor de la salud colectiva.

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