Los emprendedores tienen muchos desafíos, debido a que tener un proyecto propio implica invertir tiempo, dinero e ideas en un negocio del cual se desconoce cómo será su desarrollo. Pero, aun así, es importante iniciar con la confianza de que será un éxito.

En la actualidad, el internet proporciona de manera estratégica las herramientas necesarias para que la nueva generación, llamada emprendedores 2.0, inicien sus proyectos. Sin embargo, siempre será más eficiente escuchar los consejos de quienes ya han emprendido y han conseguido buenos resultados.

Los emprendedores 2.0 emplean los medios digitales y las redes sociales como plataforma para sacar adelante sus negocios, están permanentemente conectados en internet, les dan seguimiento a sus redes, disponen de un sitio web con RSS al cual suben constantemente sus avances y sus logros, comparten y se enriquecen de un conocimiento compartido. Asimismo, utilizan eficazmente LinkedIn, Skype, Facebook, Twitter, Google+ y las demás redes sociales.

Una empresa es rentable cuando el líder toma de manera continua decisiones que aporten valor al negocio, procura accionar de manera estratégica, siguiendo un plan de acción para lograr sus objetivos.

El nuevo paradigma de los empresarios 2.0 es apalancarse o aliarse con otras empresas o personas de manera colaborativa, trabajando con conocimiento compartido a través de las diferentes plataformas digitales, haciendo de esa manera más amplia su fuerza laboral y trabajando en menos tiempo.

El mundo de los negocios es cada vez más competitivo, demandando más versatilidad y automatización. A la hora de emprender una empresa, la competitividad es un factor muy importante para poder enfrentar la velocidad en la que se mueve el mercado en la actualidad.

Para el emprendedor 2.0 su proyecto es su universo y la web es el canal para lograr su objetivo. Este entiende que su público está la mayor parte de su tiempo conectado, partiendo de que es el medio que utiliza para desenvolverse en la mayor parte de los aspectos de su vida, profesional y personal.

Llamar la atención de cada usuario de manera personalizada y brindar una experiencia única es esencial para fortalecer su estrategia.

Los emprendedores 2.0 son, sin dudas, innovadores. No importa la edad, su ubicación ni el sector en que se encuentren. Lo más importante es su creatividad, voluntad y la capacidad visionaria de iniciar sus proyectos.

Consejos

Está claro que la experiencia es el mejor consejo, que ni se aprende en libros y mucho menos lo cuentan en la universidad. Por esto, escuchar a quienes ya han emprendido un proyecto puede ayudar a no cometer errores que la experiencia les ha enseñado.

  • Pensar que la empresa solo es creada para ganar dinero

El pensar en hacerse rico es uno de los errores más comunes. Primero se debe tener vocación de empresario y luego plantearse qué tipo de empresa se quiere crear y con qué proyección de futuro. Hay emprendedores que montan su negocio únicamente porque se quedan sin trabajo y no tienen –o no ven– otra salida. Es una fuente continua de problemas. En una ocasión, Javier Carril, fundador de ExeCoache, dijo: “Por mucho que te asocies con personas motivadas, si algo sale mal, tirarás la toalla a la primera de cambio”.

  • El empresario no vende lo que quiere, sino lo que la gente desea comprar

David Pérez García, fundador de Damtec, plantea que al iniciar un negocio no es tan importante hacer un plan perfectamente definido a tres años para saber de dónde vendrán los ingresos.

Sin embargo, lo más importante no sólo es tener las cuentas claras, sino salir a la calle y hablar con clientes potenciales y con la gente del sector. Esto llevará, por un lado, a rehacer la idea inicial y, por otro, a tener un estudio de mercado hecho puerta a puerta que garantizará el éxito.

  • Una buena agenda no sustituye a la planificación comercial

Los emprendedores confían demasiado en sus agendas y piensan que un negocio crece por sí solo. Según Daniel Aixelá, fundador de Coccions, es normal que crean que basta con una web y con la buena acogida del producto, pero después de agotar contactos es que se entiende que la agenda no sustituye a la planificación comercial. Por eso, hasta que los clientes empezaron a repetir es que empieza el problema de introducirse al mercado e implantarse.

  • No te confíes: tus empleados pueden no tener tus mismas aspiraciones

Es común que al principio los empleados se entusiasmen con el proyecto, pero a medida que ven cómo la empresa va creciendo, quieren más. Alejandro Barquero, fundador de Consoltic, afirma que no todos los profesionales tienen tus mismas aspiraciones, aunque en los procesos de selección afirmen un compromiso con los objetivos de la empresa… que luego muchos olvidan.

  • ¿Esperar a los clientes sentado? Un error

El fundador de Xul Comunicación Social, José Castillo Navarro, considera que “no puedes abrir la puerta de tu empresa y comenzar a pensar en ese momento en cómo captar los clientes. Ese trabajo lo deberías haber hecho antes”.

Aconseja que lo mejor es contar con algunos clientes que aseguren un mínimo de ingresos o, por lo menos, tener claro cómo van a entrar. Los negocios primerizos suelen estar poco capitalizados y no pueden vaciar sus recursos antes de tiempo.

 

 

 

 

 

 

 

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