Los emprendedores dominicanos cuentan desde finales del año pasado con la Ley de Emprendimiento 688-16, la cual incentiva la creación de micro y pequeñas empresas en el país, mediante exenciones y facilidades de simplificación de procedimientos y financiamiento.

La legislación también beneficiará a empresas que estén operando de manera formal, pero con menos de tres años de existencia.

La normativa crea el Confie, que vendría siendo  el fondo de contrapartida financiera para el desarrollo del emprendimiento. Este va a dar hasta un 70 por ciento del financiamiento a los emprendedores, con la condición que el emprendedor tenga un 10 por ciento y el otro 20 por ciento debe conseguirlo en una entidad financiera.

En la norma se establecen una serie de procedimientos y requisitos para acceder al fondo, y que el monto que se le preste, del 70 por ciento, debe pagarlo en 48 meses, de los cuales tendrá un plazo de 18 meses sin intereses.

Un 25 por ciento de lo que recaude el Estado a través del Fonper (Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas), irán al fondo Confie. Además, la norma establece que éste se alimentará de otras fuentes identificadas, aunque no específica cuáles.

Algunas entidades, sobre todo la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), consideran que la ley impulsará el emprendimiento en el país. De hecho, en otras iniciativas, y como parte de sus objetivos, la ley aplica una política nacional de emprendimiento y lo prioriza como un tema país.

La norma, promulgada el 25 de noviembre de 2016, solo limita el acceso a sus beneficios a las medianas y grandes empresas, por lo cual sus beneficios irán directamente a los emprendedores.

Asimismo, la norma contempla las incubadoras de negocios en todo el territorio nacional. Además, facilidades de ingreso al sistema de la seguridad social, que las empresas que se formalicen por Ventanilla Única o tengan menos de tres años, estén exentas de cotizar en pensiones, aunque deben cotizar al sistema de salud y seguro de riesgos.

Otras bondades de la Ley de Emprendimiento es el reconocimiento de la Red Nacional de Emprendimiento para que sea una plataforma donde el sector público y el privado propongan políticas y regulaciones que impulsen el emprendimiento como una agenda nacional.

También, la simplificación o eliminación de trámites administrativos, “que de alguna manera obstaculizan la apertura de ciertos negocios”.

Asimismo, la normativa prevé que cada institución gubernamental que tenga relación con las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipyme) debe simplificar los trámites administrativos que sean realizados por esas organizaciones productivas, tarea que queda bajo cargo del Viceministerio de Fomento a las Pyme, adscrito al Ministerio de Industria y Comercio.

También, la ley pone a cargo del referido viceministerio brindar el apoyo requerido para el establecimiento de Centros de Incubación de Empresas en todo el territorio nacional. Estos centros deberán brindar apoyo con una serie de recursos y servicios especializados para facilitar el desarrollo de las Mipyme.

La legislación, indudablemente, vino a apoyar a los emprendedores y Mipymes. Y lo único que esperamos es que no sea letra muerta y se cumpla.

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