El trabajo en equipo nos permite alcanzar nuestras metas empresariales de forma más efectiva, y les brinda a nuestros empleados la oportunidad de conocerse mejor y aprender a trabajar juntos, lo cual es vital para el desarrollo de cualquier empresa. También resulta útil para crear una atmósfera acogedora para nuevos integrantes con el fin de potenciar su rendimiento en el menor tiempo posible. La colaboración es uno de los principales elementos del trabajo en equipo. No todas las tareas pueden realizarse de forma individual, ya que algunas requieren de las experiencias que solo un grupo de personas capacitadas pueden aportar.

Cada individuo, con su nivel de pericia y conocimiento, aporta con sus ideas valor al proyecto, por lo que es importante que los miembros no se cohíban al momento de ser creativos. La colaboración requiere un ambiente donde se fomente el respeto, para que sea posible que cada uno de los miembros se sienta seguro y dispuesto a dar lo mejor de sí. Aunque el respeto entre los miembros debe ser obligatorio, no es necesario estar de acuerdo con cada una de las ideas propuestas.

Otro requerimiento para un exitoso trabajo en equipo es la comunicación abierta. Dar importancia a las opiniones de cada miembro ayuda a eliminar el miedo y las inseguridades que pueden sentir algunos a la hora de expresar sus opiniones. Es posible que existan situaciones donde algunas personas sientan que sus ideas no son valoradas, y casos donde algunas personas sientan que sus ideas siempre deben ser escuchadas, creando problemas de liderazgo que pueden entorpecer el trabajo en equipo y reducir su efectividad. Para esto, la comunicación efectiva traerá a la mesa elementos de resolución de conflictos, dando lugar a que las contribuciones de todos se utilicen para llegar a un acuerdo entre cada uno de los que aportan las ideas.

Dicho esto, también es importante entender que los roles y responsabilidades de cada persona se deben distribuir para alcanzar el mayor grado de efectividad en el equipo. Cuando las responsabilidades se distribuyen adecuadamente en función al nivel de experiencia de los integrantes, las ideas de cada uno tienden a ser más precisas y educadas. Cada miembro debe ser asignado a roles que sean capaces de ejecutar, observando de igual manera las distintas habilidades que puedan tener los integrantes. Esto ayuda a fomentar la eficiencia del equipo, ya que se puede agregar más trabajo a personas bien entrenadas (siempre que no sea una sobrecarga) para cumplir ciertas tareas, deshaciendo la necesidad de aumentar el personal inexcusablemente.

Aparte de lo mencionado, un equipo nunca debe olvidar el apoyo mutuo. Los retos que trae el día a día en la vida de un equipo siempre deben ser asuntos de todos, sin buscar culpables, ni desligarse de los conflictos a resolver. Un equipo se hace mucho más fuerte cuando sus integrantes comprenden que todos son parte de un solo cuerpo, y el éxito de este cuerpo solo puede alcanzarse cuando todos se alinean frente a una visión. Para mantener la productividad en alto y los egos controlados, debemos recordar que es mejor triunfar como equipo, que fracasar como individuos.

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