Las startups en América Latina, a pesar de ser un fenómeno reciente, han experimentado grandes avances. Los países más prominentes en cuanto a startups (México, Colombia, Chile, Brasil y Perú) han desarrollado instituciones que impulsan a empresas jóvenes con el fomento de la cultura emprendedora, junto a la ayuda de los bancos de apoyo que financian sus proyectos. La institucionalización de apoyo para las startups evidentemente es una política que se está consolidando, promoviendo el fomento a las startups en varios países de América Latina. Sirviendo como ejemplo están las instituciones como Bancóldex (Colombia), NAFINSA (México), COFIDE (Perú), entre otras.

En la República Dominicana, existen múltiples eventos como Startup Grind Santo Domingo, Chispa Emprendedora, Founders Night, Startup Weekend, etc, que ayudan a fomentar la cultura emprendedora. Este pasado fin de semana se celebró el Startup Weekend FinTech 2017, cuyo equipo describió como «un evento de 54 horas donde profesionales de distintas áreas tuvieron la oportunidad de presentar sus ideas de negocios relacionadas al mundo del fintech para convertirlas en negocios sostenibles, siendo el objetivo principal enseñar de forma vivencial el significado de emprender». Startup Weekend Fintech es una plataforma que sirvió para potenciar las capacidades de los emprendedores, y para que pongan a prueba su proyecto para validar si puede o no ser un negocio rentable.

El invertir en la promoción y educación de la cultura emprendedora resulta de suma importancia al momento de transformar ideas en negocios, algo poco común en los países de la región. A nivel social es frecuente el rechazo a tomar riesgos y asumir protagonismo en el desarrollo nacional, por lo que esta tendencia a promover la cultura emprendedora es una necesidad para llevar al ciudadano común a una nueva realidad más favorable. Con la ayuda de las instituciones que promueven el acto de emprender, los jóvenes de Latino América pueden crear nuevas oportunidades.

Otro avance esencial es la modernización de los instrumentos de fomento de startups. Globalmente los espacios de coworking se consideran instrumentos de nueva generación que brindan agilidad y facilidades a las startups durante todas sus etapas (gestación, creación, desarrollo y expansión), algunas incluso llegando a ser incubadoras o aceleradoras de startups. El crowdfunding, o fondeo colectivo, también es una herramienta modernizada con la cual no se contaba décadas atrás. Lo más atractivo de estas herramientas modernas es que se trabaja directamente con los mismos emprendedores y se cubren sus necesidades de mayor prioridad.

Finalmente, también se ha avanzado en la expansión territorial y la inclusión social de las empresas startups que han logrado crecer gracias a los esfuerzos de la comunidad emprendedora. Con las medidas pertinentes, se han logrado expandir startups más allá de sus ciudades y país de origen, adaptándolas a los ecosistemas productivos internacionales. El presente de los startups sin duda es prometedor, y siguiendo el ritmo actual tendrán un futuro aún más brillante.

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